3 DE NOVIEMBRE: DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA Y EL ACOSO ESCOLAR

Como cada primer jueves de noviembre desde 2020, celebramos este día con el fin de acabar de una vez por todas con todo tipo de bullying

Aunque hoy celebramos este día tan importante, son muchos los Días Internacionales de hoy, entre ellos el de las Reservas de la Biosfera, el Sándwich, el Relojero y Joyero, la Preservación Digital y la Gestión de Proyectos.

Sin embargo, vamos a centrarnos en el Día Mundial contra el Acoso Escolar.

Entendemos como acoso escolar o bullying cualquier daño físico o psicológico que un niño sufre de forma intencional y reiterada por parte uno o más compañeros de colegio.

El maltrato, que puede ser físico o psicológico, se desarrolla en ocasiones (cada vez más frecuentemente) en la red. Esto es lo que llamamos ciberacoso.

Se estima que entre un 15% y un 50% de los niños sufre o ha sufrido este tipo de tratos, que perjudican su salud mental y que pueden ser de muchos tipos. 

En ocasiones, el acoso es evidente, ya que se se producen agresiones, pero no es la única forma. De hecho, es más común que el bullying se muestre como casos de marginación y aislamiento social (alrededor del 30%), en las que prima el 'tú no"; en formas de manipulación social (20%), con las que se pretende cambiar la imagen que el resto de compañeros tienen de la víctima, difundiendo rumores o hablando mal de ella a sus espaldas; en casos de intimidación (9%), en los que la víctima se ve amenazada; o de coacción (alrededor del 17%), en los que el agresor obliga a la víctima a realizar actividades en contra de su voluntad.

Las causas del bullying a menudo parecen no tener sentido, pero suelen estar relacionadas con la falta de empatía del agresor, generalmente porque este ha sido maltratado o vive en un ambiente hostil.

Por otro lado, los perfiles de víctimas más habituales son personas que se consideran "diferentes", ya sea porque padecen una enfermedad como Transtorno del Espectro Autista o síndrome de Down; porque pertenecen a otra etnia; porque tienen características físicas minoritarias tales como obesidad, o falta de alguna extremidad; o por homofobia, racismo, etc.

Para reducir el número de casos, debemos trabajar todos juntos para aumentar la visibilidad y el diálogo entre padres, profesores y alumnos, además de educar en apertura, tolerancia y diversidad.