El Norte Escolar 2023

Patrocina

Fuescyl
Junta de Castilla y León

Colabora

Renault
Acor
El Norte Escolar 2023

Informa2

Colegio Aurelio Gómez Escolar

Burgos

REDACCIÓN: Sara de Juan, Jimena López, Carla Mata, Gadea Pascual, Elsa Sánchez, Laura Sepúlveda

MUERE EL ESCRITOR RAÚL GUERRA GARRIDO, REFERENTE INTELECTUAL FRENTE A ETA Y FUNDADOR DEL FORO DE ERMUA

MUERE EL ESCRITOR RAÚL GUERRA GARRIDO, REFERENTE INTELECTUAL FRENTE A ETA Y FUNDADOR DEL FORO DE ERMUA
Raúl Guerra Garrido, escritor leonés y donostiarra

Fue el primero en tratar la violencia terrorista en el País Vasco en el ámbito de la literatura.

02.12.2022 - Gadea Pascual

  • Current rating

3 votos

0 comentarios

Raúl Guerra Garrido, novelista leonés y donostiarra, nacido en Madrid (1935), ha muerto en San Sebastián a los 87 años, una vez que su nombre fue casi olvidado en la literatura de España. No es un ostracismo justo: Guerra Garrido, ganador del Premio Nadal en 1976 y del Nacional de Narrativa en 2006, ha sido un autor osado e inconformista, un adelantado a su tiempo que detectó y llevó a la literatura antes que nadie la violencia terrorista en el País Vasco. Osado e inconformista son adjetivos que además tienen la posibilidad de ejercer a la vida cívica de Guerra Garrido, fundador del Foro Ermua y pionero en la confrontación pública al nacionalismo vasco.

En 2018, Fernando Aramburu rememoró en las páginas de El planeta el costo del autor para los aspirantes a poetas de su edad, 20 años más adolescentes que él en los años de la Transición. Mientras tanto que los veinteañeros que compartían con Aramburu cuadernos experimentales, más o menos bromistas y dañados, Guerra Garrido era definitivamente consciente del camino de autodestrucción que había tomado la sociedad vasca y trataba de hallar cuál era la postura moral más justa que podía tomar un autor frente a aquel viaje.

Previo a que Franco falleciera, Guerra Garrido había publicado Cacereño, una novela intimista que describía a los demás vascos, a los emigrantes pobres que habían llegado del interior de la península y que sentían el desarraigo. El creador era uno de ellos, aunque mejor equipado: había estudiado Farmacia y se usaba en dicha etapa en cualquier trabajo de indagación en la industria. En sus páginas, aparecieron quizá por primera ocasión en una novela los vocablos "Gora ETA", referidas a una pintada en una pared. Es imposible no reconocer lo cual hay de contemporáneo en 2022 en un planteamiento narrativo de esta forma.

Lectura insólita del Capital amplió la popularidad de Guerra Garrido y la sensación que queda hoy de que su obra ha sido muchísimo más actualizada de lo cual se ha valorizado. A medias intriga posmoderna, a medias novela filosófica, a medias declaración histórico, como si llevase los mismos componentes de Del libro negro de Pahmuk... Lectura insólita contaba la narración de un empresario vasco secuestrado a lo largo de una huelga de sus empleados y encerrado con la exclusiva compañía de un ejemplar de Marx. De la obra poseía una composición compleja, desarrollada con las miradas en contrapunto de amigos y enemigos.
Ya que Guerra Garrido, a pesar de dicha reacción grave frente a la verdad que detectó Aramburu ya en los años 70, era un autor nato, con interés por la experimentación en la narración y por los caprichos del lenguaje, sin embargo además aficionado y practicante de la novela negra. Además, poseía el instinto de visitar la esencia de los conflictos: la fotografía de la violencia terrorista, en su creación, era el medio para llegar hasta el fin de la comprensión de la esencia de la violencia. Por esa razón, La carta (1990) hablaba de la extorsión y Muchos inocentes (1996) tomaba una historia real, el relato de una noche de fiestas en un poblado de la nación Vasco (Orozko), en la que una cuadrilla de amigos se desmadraba y asesinaba accidentalmente a un vecino de carácter débil. Luego lo abandonaba en un flujo de agua y decretaba el silencio colectivo.

Guerra Garrido llevó su trabajo intelectual a la vida cívica. El autor continuamente comentó que de procedencia intelectual y político ha sido la socialdemocracia empero aquel no era suficiente pasaporte en los años de plomo. Guerra Garrido recibió un ataque con botellas incendiarias en su farmacia de San Sebastián, estuvo amenazado y tuvo que llevar escolta a lo largo de años y se ha convertido en un signo de la disidencia contra ETA y el nacionalismo vasco como fundador del Foro Ermua. "El temor cerval ha dominado esta sociedad a lo largo de casi 2 décadas, el temor es el prota central para comprender la verdad vasca. Es bueno dialogar de lo que pasa: ETA busca la mayor parte silenciosa y cómplice frente a la pasividad de las entidades civiles y la indiferencia del clero", comentó Guerra Garrido en este periódico en 1998.