UNA PALENTINA EN ALEMANIA
Entrevista a Laura De La Cuesta Ibañez, que estuvo viviendo en Dresden (Alemania) desde el 2011 hasta el 2022.Actualmente trabaja de Jefa de Programa Europeo.
31.10.2022 - Javier De La Cuesta Ramos
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P: ¿Por qué decidiste irte a vivir a Alemania?
R:Bueno, en realidad no me iba a vivir a Alemania, en teoría me iba seis meses a un intercambio con una beca Erasmus pero dado que hubo la crisis económica del 2011, lo que iba a ser una estancia para hacer el proyecto final de carrera, se convirtió en nueve años de experiencia laboral y vital.
P: La primera vez que estuviste en Alemania, ¿Qué fue lo que más te sorprendió?
R: Los medios de transporte, la primera vez fue antes de mi estancia de Erasmus, tuve que recorrer prácticamente el país entero en tren y en autobús y me sorprendió mucho lo grandes que eran las estaciones, lo bien conectadas que estaban y lo comodísimo que era el tren, que por ejemplo, tiene vagones de silencio donde no se puede hablar absolutamente nada.
P: ¿Qué es lo que más te gustaba de Alemania?
Me gustaba mucho el ambiente multicultural que había en general, como se aceptaba a todo el mundo sin juzgarles y me gustaba mucho como vivían los días de buen tiempo, que como eran menos que los que tenemos aquí salían a la calle y los disfrutaban al máximo.
P: ¿Qué es lo que menos te gustaba de Alemania?
R: El invierno, el invierno era muy duro. Salías de trabajar a las tres de la tarde y era noche cerrada como si aquí fueran las nueve de la noche, entonces había muchos días en los que te encontrabas cenando a las seis de la tarde y a las siete decías: ¿Y ahora qué hago? Y bueno eso con los años desgasta mucho. Nosotros de hecho, los españoles, la comunidad española siempre decíamos que hay un número máximo de inviernos que un español puede aguantar en Alemania.
P: ¿Qué costumbres alemanas dirías que son las más sorprendentes?
R:Bueno, me sorprendía mucho que en el trabajo iban o bien descalzos o en zapatillas de andar por casa, yo asumo que era porque antes nevaba mucho más en Alemania y se tenían que cambiar de zapatos y se quedó esa costumbre y bueno pues era bastante curioso verles en calcetines o zapatillas de estar por casa andando por la oficina. Además, en la zona de Sajonia que era por donde nosotros vivíamos sorprendía mucho que no había persianas y que como era una parte comunista donde importaba mucho que no pensaran que hacías nada malo no había tampoco cortinas en las casas. Sí, era un poco Gran Hermano.
P: Y por último, para ti, ¿Qué fue lo más duro de Alemania?
R:Pues, al principio, te diría que era muy duro estudiar y trabajar a la vez porque estaba trabajando a jornada completa y tenía que ,al salir de trabajar, ir a cuatro horas de alemán diarias por lo que al final te metías doce horas de estar todo el rato pensando más tiempos de transporte y luego en el día a día, cada vez que estabas enfermo , la forma de ir al médico era bastante complicado porque tenías que mirarte todo el vocabulario pero claro cuando metes fiebre en la ecuación y tienes que mirar todo un vocabulario de lo que crees que te está pasando con fiebre , luego expresarte no era nada agradable y ya al final lo más difícil de todo fue dar a luz en Alemania.