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REDACCIÓN: Martina Jañez, Inés Martínez, Valeria Herranz, Inés Villa, Ángela Herrera, Sofía Sánchez

¿El fin del arte?

¿El fin del arte?

Este año han aparecido aplicaciones y programas que crean ilustraciones, cuadros, diseños? ¿Es arte?, ¿tienen los artistas los días contados?

Reportaje

10.12.2022 - Inés Villa

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Nos habían dicho que la tecnología solo pondría en jaque los puestos de trabajos repetitivos, mecanizables y peligrosos, pero ¿y la creatividad? ¿desaparecerán los pintores?

Las aplicaciones de inteligencia artificial que generan imágenes solo necesitan que se les introduzca una breve descripción de la escena que se desea, el estilo (realista, cómic…), y la técnica (carboncillo, óleo, acuarela…) para plasmar la imagen digital deseada y ya hay apps para imprimirlas en un lienzo, aunque no tienen la textura de un óleo, o al menos todavía no. 

La controversia comenzó cuando Jason Allen, un ilustrador al que solo conocían en su pueblo de Colorado (Estados Unidos) presentó una de sus obras en la feria estatal de arte de Colorado y se llevó un premio, modesto: 300 dólares, pero levantó un huracán de improperios ( y algunos elogios) en redes sociales, foros y revistas de arte en todo el mundo.

No usó pinceles, y le llevó menos de un minuto, utilizó un programa de generación de imágenes por inteligencia artificial (IA) llamado Midjourney. Tecleó unas pocas palabras en el programa y…  Et voilà, se llevó el premio.

Sus contrincantes lo acusaron de tramposo. Allen se defiende, en ningún momento ocultó el hecho de que había usado una app. El jurado le dió la razón, y las bases del concurso no excluían el uso de medios cibernéticos. ¿Entonces cuál es el problema? El problema lo resumió simplemente el propio Allen en unas declaraciones a The New York Times :« El arte ha muerto, chaval, se acabó. Ganó la IA. Los humanos han perdido».

¿Ha conquistado la creatividad?, ¿de verdad hemos perdido?

La batalla acaba de empezar, no hace ni un año desde que estas aplicaciones se lanzaron al público. Tienen millones de usuarios que generan decenas de millones de imágenes diarias, es un tsunami, aunque todavía es pronto para decir si estas aplicaciones acabarán costándoles el empleo a artistas e ilustradores.

 Hay quien defiende que estas aplicaciones abren la puerta del arte a millones de personas que no tienen talento para las bellas artes, y que ahora podrán crear un cómic o abrir un negocio de estampado de camisetas. Otros lo ven como la ley del mínimo esfuerzo.

La controversia sobre las nuevas tecnologías aplicadas al arte no es nueva. Muchos pintores vieron con horror la invención de la cámara. El  poeta francés Charles Baudelaire, en el siglo XIX, llamó a la fotografía «el más mortífero enemigo del arte». A su vez, miles de fotógrafos de carrete tuvieron que reinventarse a la llegada de la fotografía digital.Y todavía se discute si es ético retocar con Photoshop. Definitivamente, la polémica está servida.