Un lugar congelado en el tiempo

San Gimignano, el pequeño pueblo medieval que refleja la vida en la Toscana medieval

Localizado a tan sólo 43 kilómetros de la conocida Siena, San Gimignano es un pequeño pueblo de origen medieval que fue declarado patrimonio de la humanidad en 1990 por la UNESCO. La ciudad amurallada está caracterizada por sus altas torres medievales, las cuales se edificaron durante el medievo como símbolo de riqueza y poder, por lo que cuanto más alto el edificio más dinero poseía la familia. Con todo esto, el pequeño pueblo alcanzó el número de 72 torres, de las cuales a día de hoy todavía quedan 16 en pie. 

Fundado en el siglo III a.C. por los Etruscos, San Gimignano creció durante la Edad Media gracias a su localización en la vía Francígena, la cual lo convirtió en un punto de parada para los peregrinos que se encontraban de camino a Roma. Su desarrollo continuó hasta el 1348, cuando la Peste Negra que afectó a toda Europa llegó al municipio, obligando así a sus habitantes a abandonar sus hogares, dejando el lugar abandonado hasta principios del siglo XIX, cuándo volvió a popularizarse a causa del creciente turismo por su perfecta conservada arquitectura.

Cabe mencionar, que el pequeño pueblo Italiano alberga la Gelatería Dondoli, ubicada en la Piazza Cisterna, una de las más famosas de Italia, y ganadora del premio al mejor helado del mundo en 2007 y 2008. Además, cuenta también con numerosas tiendas de recuerdos, hermosas calles e impresionantes vistas, todas ellas impregnadas del encanto característico de la Toscana Italiana.