¡CAMARERO, UNO DE REMOLACHA!

Pocos se animan en la provincia de Palencia a beber y comer remolacha, una hortaliza que ayuda a prevenir muchos cánceres, y que puede dejar de ser tan desconocida con estas tres recetas de bebidas

Si Belén Esteban tuviera que decir hoy en día a su hija Andrea: cómete el pollo, más bien emplearía la frase: bébete la remolacha por lo saludable que es. De ahí que decenas de personas pidan remolacha en restaurantes, bares y coctelerías. Por eso, puede que alguno le extrañe leer en este artículo que muchos hosteleros están ofreciendo platos y bebidas de remolacha en sus negocios, diciendo el cliente, bien alto: ¡Camarero, uno de remolacha!

La remolacha es un cultivo típico mediterráneo que se consume habitualmente cocida, en ensaladas, hummus, tartas, o albóndigas. Existen varios tipos destacando sobre todo la variante azucarera, distinta a la remolacha morada de consumo doméstico, por la importancia histórica que ha tenido la obtención industrial de azúcar, sobre todo para la industria andaluza, ya que la provincia de Cádiz copa el 66,53 % de la producción, seguida de Segovia y Valladolid, con el 15,49% y 5,33%, respectivamente, según el Anuario de Estadística del Ministerio de Agricultura.

Su historia se remonta al norte de África

La remolacha o betabel es la raíz profunda, grande y carnosa que crece en la planta del mismo nombre. Pertenece a la familia de las Quenopodiáceas, que comprende unas 1.400 especies de plantas, casi todas herbáceas, propias de zonas costeras o de terrenos salinos templados.

La remolacha común procede de la especie botánica Beta marítima, conocida popularmente como "acelga marina" o "acelga bravía", planta originaria en la zona costera del norte de África. Su cultivo es muy antiguo, data del siglo II a.C. En principio las antiguas civilizaciones sólo consumían las hojas de la remolacha. La raíz de la planta se utilizaba como medicamento para combatir los dolores de muelas y de cabeza. Se sabe que los romanos consumían esta raíz, pero no fue hasta el siglo XVI cuando volvió a la dieta, en este caso, de ingleses y alemanes... Su consumo está muy difundido por todos los países de clima templado, en especial en Europa.

Francia e Italia son sus principales productores, y es lógico que sea en nuestro vecino Francia porque Napoleón quien mandó plantar más de 30.000 hectáreas de remolacha por todo el país, lo que supuso un impulso significativo para el cultivo de este alimento en Europa.

Desconocida en la cocina y en la bebida

Pero su empleo en la cocina y en los baristas de Palencia está costando porque si preguntamos a nuestras abuelas, madres y cocineros alguna receta o bebida con remolacha, muchas y muchos nos contestarían que no tienen “ni idea”. Pero deberían tenerla en cuenta para la siguiente receta o bebida porque es un magnífico alimento para nuestra dieta. La remolacha contiene una gran cantidad de beneficios; ya que aporta una gran cantidad de folatos, vitaminas, potasio, carotenos y, como no, azúcares. Incluso sus hojas contienen luteína y zeaxantina, antioxidantes beneficiosos para combatir algunos tipos de cáncer como el de mama y el de pulmón, además de ser beneficiosas para la salud ocular.

Esta pequeña hortaliza es también capaz de combatir el desarrollo de cánceres como el de pulmón, el de hígado y el de piel. Además, gracias a su gran cantidad de potasio, estamos ante un alimento diurético, lo que ayuda a la eliminación de líquidos. Gracias a su gran cantidad de hierro, es un alimento muy beneficioso para las personas que tienen anemia. Además, es también un alimento a tener en cuenta para combatir el estreñimiento, gracias a su alto contenido en fibra. Y, por último, la remolacha tiene un potente poder antioxidante y es muy útil para perder peso: contiene muy pocas calorías y aporta gran energía al organismo.

Por eso, la próxima vez que vayas a un bar o coctelería pide una de estas recetas, pero hay muchas maneras de beber y tomar remolacha:

1.- Cóctel vegetoska: Vodka 3/10. Sorbete de remolacha con vinagre balsámico 4/10. Zumo de zanahoria 3/10

Se utilizará una copa de trago largo, para luego usar la batidora y añadir vodka, sorbete de remolacha con vinagre balsámico y hielo. Luego, todo ellos tienen que ser batido. Se buscará una textura de sorbete. Se sirve, se decora y listo.

2.- Remolacha, naranja y fresas: Fresas. Una remolacha. Zumo de dos naranjas

Lava y escurre bien las remolachas. Córtalas en rodajas finas. Haz lo mismo con las fresas. Lleva todos los ingredientes a la licuadora y procesa hasta obtener una mezcla homogénea. Sirve y consume al momento.

3.- Remolacha, manzanas y jengibre: 2 manzanas. 3 remolachas. Raíz de jengibre. Opcional: canela en polvo.

Lava y escurre bien las remolachas y las manzanas. Córtalos en trozos pequeños (sin pelar). Por último, pon todo en la licuadora, junto con un poco de agua hasta homogeneizar.

Aquí tenéis tres ejemplos, pero se pueden hacer muchos más. Ahora solo tienes que animarte a beber o a comer remolacha porque son muchas las propiedades de esta hortaliza. Así que para la próxima vez, pide a tu camarero un vaso de remolacha, por favor.