Varias comunidades españolas prohíben el uso de móviles en centros educativos.

Castilla La-Mancha, Galicia y la Comunidad de Madrid han establecido normativas que prohíben el uso de móviles en entornos educativos

La prohibición de móviles en clase se extiende por toda Europa, aunque en España seguimos sin consenso. Castilla La-Mancha, Galicia y la Comunidad de Madrid han establecido normativas que prohíben el uso de móviles en entornos educativos. En otras regiones, la restricción varía según las decisiones de los equipos directivos, el claustro y el consejo escolar.

La prohibición se fundamenta en el impacto negativo del uso personal del móvil en el rendimiento académico, la distracción durante las clases y el potencial acoso a través de imágenes, videos o mensajes en redes sociales. Se destaca que, según un informe de la Unesco, uno de cada cuatro países ha aprobado leyes o decretos similares.

Castilla La-Mancha y Galicia fueron pioneras en implementar esta prohibición en 2014 y 2015, respectivamente, y en 2020 la Comunidad de Madrid extendió la restricción incluso a los recreos. Algunas investigaciones respaldan estas medidas, como un estudio de la Universidad de Chicago que indica que los móviles, incluso apagados, afectan la concentración.

Cataluña, que inicialmente dejó la decisión en manos de los centros, ahora ha anunciado la regulación del uso de móviles en las escuelas, encargando un informe a la Sociedad Catalana de Pediatría. A pesar de la falta de evidencia científica sobre los efectos en los jóvenes, la presidenta de la sociedad expresó preocupación por la falta de una regulación común.

En las regiones donde la prohibición está regulada, los centros cuentan con el respaldo legal de la consejería educativa, lo que ayuda a evitar conflictos con familias que se oponen a la medida. Por otro lado, en las regiones sin regulación, los centros pueden sentirse desamparados.

La noticia también destaca que algunas familias defienden que sus hijos lleven móviles al colegio para tener control sobre sus desplazamientos. Según una encuesta del Ministerio de Educación, aproximadamente la mitad de los centros en España permite el uso del móvil con fines pedagógicos, con variaciones por nivel educativo y por autonomía, siendo los mayores porcentajes observados en Extremadura, Castilla y León, y Cataluña.