Beneficios de la música para tu salud física, mental y emocional
La música, vitaminas para el cuerpo y relajación para la mente
04.12.2023 - Rosangela Victoria
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¿Cómo sería nuestra vida sin música? Sin duda, mucho menos alegre, bella, motivante y más solitaria. Porque la música no solo alimenta nuestras emociones y estados de ánimo, también nos acompaña en nuestro día a día y tiene el poder de embellecer cualquier momento. ¿Cómo sería trabajar sin una bossa nova suave de fondo? ¿Y correr sin tu playlist preferida? ¿Y cocinar sin música clásica? ¿Y una fiesta si música dance? ¿Y un bebé sin su nana?
La música no solo le da color a la vida. Si la utilizamos de forma intuitiva y además escogemos un tipo de música diferente según el momento, la actividad o el estado de ánimo, es por el impacto beneficioso que tiene sobre nuestra salud y nuestra psique. De ahí que la música se emplee con fines terapéuticos, como en el caso de la musicoterapia, las frecuencias sanadoras o los baños de gong.
Si tienes la costumbre de escuchar música en tu día a día, enhorabuena, porque tiene muchos beneficios probados científicamente para tu salud y tu psique. Vamos a verlos a continuación.
Los efectos que la música puede tener sobre tu cuerpo, tu mente y hasta tu alma son muchos más de los que imaginas. Aquí te resumimos los principales:
- Mejora tu estado de ánimo. Escuchar música nos hace liberar dopamina, una de las hormonas de la felicidad. Ponerte música alegre en tu día a día, te hará sentirte más optimista y te ayudará a canalizar emociones. Muchos médicos recomiendan la música como un antídoto contra la depresión. Y si además de escucharla, bailas, estarás practicando musicoterapia.
- Combate la ansiedad y el estrés. Escuchar música suave o relajante ayuda a reducir los niveles de cortisol, que se eleva cuando el cuerpo está sometido a una situación de estrés continuado, lo que también puede provocar ansiedad.
- Es un bálsamo para el dolor. Se ha demostrado que la música puede ayudar a reducir la sensación de dolor al ayudarnos a liberar endorfinas, hormonas que nos hacen sentir mejor y disminuyen el malestar físico. Eso sí, tiene que ser música que te haga disfrutar, que te evada, te reconforte o te haga sentir alegre.
- Ayuda a la memoria y a la concentración. Estudiar o trabajar escuchando música (hay incluso frecuencias para esto) mejora la concentración y la retención de información. Durante la infancia y la adolescencia, escuchar música ayuda en el desarrollo intelectual de los niños (ya desde el embarazo). ¿Una recomendación? A nuestro cerebro le gusta especialmente Mozart.
- Canaliza y libera emociones. La música es el mejor catalizador de emociones que existe. Tiene la increíble capacidad de despertar emociones en nosotros, de potenciar las que ya estamos sintiendo y de ayudarnos incluso a liberar las que están bloqueadas. Cuando necesitamos llorar, nada como esa playlist íntima y melancólica para ayudarnos a vaciar nuestros sentimientos. Y, cuando estamos alegres, escuchar música con ritmo y power nos motivará aún más. Porque si algo tiene la música, es su capacidad para motivarnos cuando lo necesitamos.
- Favorece el sueño y la relajación. ¿Qué sería de una clase de yoga o fitness sin esa música relajante del final, que nos ayuda a calmarnos y a bajar pulsaciones? Tomando este ejemplo, nada mejor que escuchar música suave al final del día (clásica, de relajación, de yoga, mantras…) para ayudarnos a calmar el sistema nervioso y favorecer el sueño.