Tarde de perros: La gran tragicomedia de Sidney Lumet

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Una obra imprescindible para cualquier autodenominado "cinéfilo" o por lo menos para alguien que aprecie el buen cine.

El 20 de septiembre de 1975, una película que por aquella epoca era de muy bajo presupuesto (3 millones de USD), salía en los cines de todos los Estados Unidos, dirigida por el que en aquella época —y a día de hoy—era uno de los directores mas prestigiosos, con grandes títulos dirigidos como "12 hombres sin piedad" (1957) "Serpico" (1973) o "Asesinato en el Orient Express" (1974).

Esta película estuvo protagonizada por dos de los actores mas talentosos y reconocidos de la época: Al pacino (1940-...) y John Cazale (1935-1978), ambos actores habían formado parte del elenco de la película "El Padrino" (1972) y habían saltado a la fama tras sus interpretaciones en la misma. Esta fue la segunda y última película que grabó que Sidney Lumet (su primera película con él fue la ya mencionada Serpico), además está considerada por muchos como una de las mejores interpretaciones de su carrera e incluso para algunos como la mejor de todas.

Esta cinta nos relata la historia de Sonny y Sal, dos "ladrones" de poca monta que carecían de cualquier tipo de experiencia en robos y que deciden entrar a robar en un banco situado en Brooklyn (Nueva York) sin embargo no todo sale como ellos esperan y lo que iba a ser un robo profesional se acaba convirtiendo en un espectáculo retransmitido por toda la televisión del país. Cada uno de los dos ladrones tiene un motivo para robar el banco, el personaje de John Cazale (Sal) solo buscaba dinero fácil y rápido, sin embargo el personaje de Al Pacino (Sonny) necesitaba el dinero por una cuestión personal, que era la operación de cambio de género de su marido homosexual (pues Sonny era gay, algo que no se descubre hasta más de la mitad de la película).

En esta obra se llegan a dar situaciones de todo tipo, desde escenas muy tensas hasta momentos en los que hasta el espectador puede llegar a pensar que está en una película familiar, olvidando por completo que los protagonistas estaban perpretando un robo.

Y es precisamente esto lo que convierte a Tarde de perros  en una película tan especial, el ritmo que mantiene a lo largo de toda la película, las espectaculares interpretaciones que son llevadas a cabo por los que en aquella época eran grandes actores y que ahora son leyendas del cine y por supuesto la grandísima y magnifica dirección de Sidney Lumet, que hace de una historia curiosa lo que ahora conocemos como Tarde de perros.

Lo mejor de toda esta película es que narra una historia real,  y que a pesar del trágico desenlace que tiene, en la vida real las cosas no fueron tan mal.  En agosto de 1972, John Wojtowicz entró a robar un banco junto con su compañero Salvatore Naturile, su robo resultó un rotundo fracaso y ambos acabaron pagando las consecuencias, sin embargo en 1975 un director de prestigio quiso hacer una película con respecto a aquel incidente, la película recaudó una buena cantidad (56 millones de USD) y de esa cantidad una pequeña parte fue para estos 2 criminales, y con eso John consiguió pagar la operación de cambio de su marido Ernest Aron.

Como ven en este caso, las cosas no terminaron tan mal como cabría esperar, sin embargo hemos de recordar que estamos en el mundo real y que no todas las cosas salen como queremos y acaban con un final "de cuentos de hadas".